Tradicionalmente, muchas personas han invertido en un inmueble para luego alquilarlo y generar una renta. Sin embargo, en muchos países este tipo de renta está generando un valor que va en picada respecto a los alquileres temporarios.
Por supuesto, hay que tomar en cuenta factores como la ubicación, los amenities que pueda tener el inmueble e incluso la cantidad de habitaciones con las que cuente. Todo esto sumará para que se pueda contar con una propiedad que generará buenos dividendos al dedicarla a esta modalidad de alquiler. Son variables que hay que medir frente a los dividendos que podría dejar un inmueble dedicado a un alquiler tradicional con el mismo inquilino durante un contrato único de un año o dos.
El regreso de los alquileres temporarios
Algunos expertos que analizan el mundo inmobiliario han señalado que los alquileres temporarios podrían estar en su mejor momento. Entre las razones para este auge señalan que la causa más importante es la suspensión de las restricciones de los viajes a diferentes países.
Otra de las razones para el crecimiento de los alquileres de este tipo es la vuelta a clases de forma presencial. Es así que cientos de alumnos en ciudades con alta presencia estudiantil han vuelto a las aulas, generando también un crecimiento en los alquileres temporarios.
Por último, pero no por ello menos importante, se encuentran las condiciones a las que los propietarios se encuentran a la hora de arrendar sus inmuebles de manera fija. Muchas veces las leyes en distintos países favorecen a los inquilinos, incluso en detrimento al dueño del inmueble. Por ello, muchos dueños de propiedades consideran más ventajoso, con menor riesgo y más rentable, dedicar su inmueble al alquiler temporario.
Los nómadas digitales
Luego de la pandemia por la Covid19, que mantuvo en pausa los viajes alrededor del mundo, el retorno a la normalidad permitió el regreso a las ciudades y destinos turísticos de miles de turistas.
A su vez, la recuperación de los viajes y la actividad turística también permitió el retorno de los alquileres temporarios, que en muchos países se mantuvieron en pausa por las mismas restricciones provocadas por la pandemia. Sin embargo, hay que destacar que en algunos sitios, la pandemia provocó una reconversión de la propiedad inmobiliaria.
Por ejemplo, el auge del trabajo digital y a distancia por la misma pandemia, también generó la posibilidad de que las personas pudieran establecerse en cualquier lugar y trabajar simplemente con una laptop y una conexión a internet rápida.
Esto trajo consigo la aparición de una cada vez mayor generación de personas compuesta por los llamados nómades digitales. Si bien el término fue acuñado en 1997 en el libro de Tsugio Makimoto y David Manners, la realidad es que la vida de los jóvenes profesionales que trabajan a distancia y sin establecerse en un lugar específico tomó fuerzas con la pandemia.
De esta manera, muchos profesionales jóvenes prefieren no establecerse en un sitio por largo tiempo, sino que prefieren ir rotando de destino y probando alquileres temporarios en diferentes localidades.